Entrevista de Manuel Pedraz a Silvia Hidalgo sobre “Nada que decir” (Tusquets), novela con la que ha conseguido el Premio Tusquets 2023
Una mujer, que acaba de ser madre, decide romper con todas las certezas y seguridades de una vida que le venía dada, para enfrentarse en soledad a un incierto futuro. La maternidad, su matrimonio, el trabajo o su familia pasan a un segundo pleno entre sus prioridades, que incluyen una relación tóxica. Se considera un error en el sistema y aprende a enfadarse casi como instinto de conservación.
Dice Silvia Hidalgo que quería que su novela tuviera que ver con las palabras, porque “estamos creando un lenguaje paralelo virtual, en el que nos cuesta menos trabajo decir ciertas cosas escritas, que a lo mejor no nos atreveríamos a decir en persona, mirándonos a los ojos”. De ahí que su protagonista, ante la pérdida del valor que palabras como cariño o tengo ganas de verte, sufren en ese nuevo modo virtual, “llega un momento en que no tiene nada que decir”.
La felicidad que nos vende la sociedad actual, las contradicciones de la mujer contemporánea, las dificultades que el mundo laboral presenta para las mujeres o los silencios familiares, son algunas de las cuestiones que Silvia Hidalgo aborda en su tercera novela, siempre desde la visión de una mujer actual que está cercana a los cuarenta años y que se ha creído el mantra de que, pese a su ascendencia social humilde, con esfuerzo puede alcanzar sus sueños.
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